Es indudable que golpear la bocha con precisión, es decir, con dirección y distancia justa, tanto en el polo como en cualquier otro deporte de pelota, es primordial y básico. Ante la decisión de golpear la bocha, pueden darse las siguientes posibilidades para el jugador en cuestión:

 

1) Que decida jugarla para sí mismo, tal es el caso de una corrida. Aquí, el jugador deberá ser consciente de que luego de cada golpe deberá intentar encontrar la bocha en reposo para, de esta manera, poder minimizar el error de no impactar correctamente. Es necesario para ello relacionar la distancia del golpe, la velocidad de nuestro caballo y, por último, la velocidad de nuestro swing.

 

2) El jugador toma la decisión de pasarla a un compañero de equipo, ya sea a través de un pase hacia delante, o en defensa -hacia atrás- mediante un backhander, iniciándose en este caso la transición del juego.

 

3) Por último, golpear al arco, acertando o no.

 

Debemos tener en cuenta que cualquiera de estos golpes no deberá ser necesariamente largo. Un golpe corto y con destino correcto es mejor que uno largo y con destino incierto.

 

Evidentemente, no todas las situaciones antes de golpear una bocha son iguales; éstas serán fáciles o difíciles según el apremio de cada jugada. Es así, que muchas veces, como es lógico, el ritmo del juego nos obliga a pensar y a tomar la decisión en una fracción de segundo. Otras situaciones nos favorecen con el tiempo, siendo más fácil pensar y luego actuar.

 

Sí es importante tener en cuenta antes de decidir cualquier golpe mirar hacia dónde lo realizaremos, cuál es nuestro objetivo(pensamiento).

 

¿Cuántas veces luego de golpear una bocha nos sentimos disconformes por lo realizado?

 

Si queremos progresar en nuestro nivel de juego, es bueno luego de realizar el golpe preguntarnos si realmente ésa era nuestra intención. De no ser así, es importante analizar el motivo con la finalidad de mejorar.

 

Posibles errores por cometer:

1) Realizar un pase en el sentido de la jugada pero carente de precisión, entregando la bocha a un contrario; o, de otra manera, dar origen a una bocha dividida.

2) Al concretar un golpe, la bocha impacta contra un caballo o jugador de nuestro equipo, o del contrario. Esto nos indica que se trata de un golpe impreciso.

3) Golpear hacia el arco y errar el gol.

 

Resumiendo, para poder realizar un golpe con precisión o exactitud es recomendable lo siguiente:

1) Ante todo, observar el destino del golpe.

2) Si tenemos tiempo, realizar envisions, o sea, imaginar la trayectoria.

3) Mantener la vista en la bocha durante su contacto.

4) Concretar el golpe respetando los tres planos de pegada.

 

Una de las aptitudes de los grandes jugadores es manejar con jerarquía y facilidad los golpes de larga, mediana y corta distancia al igual que la dirección (precisión) deseada.