Casa Fagliano es sinónimo de más de cien años de trabajo artesanal, y del rol que la familia ha tenido en el polo en Argentina. El polo llegó a la Argentina de la mano de los británicos, quienes descubrieron este antiguo deporte en la India, y que posteriormente exportaron de allí a su país y luego a todos los lugares posibles. Durante el siglo XIX los argentinos invitaron a los británicos a desarrollar sus técnicas de agricultura a través de máquinas. A partir de la gran cantidad de tierras y pasión por los caballos, como también de la destreza de los gauchos para este deporte tan atractivo, los británicos se dieron cuenta inmediatamente de que Argentina era un paraíso para el polo.

 

A su vez, hacia 1892, Pedro y Giacomina Fagliano, inmigrantes italianos que habían llegado desde Génova, abrieron su primera casa de calzados en Hurligham, cerca de las estancias de los ingleses. En 1920, un polista británico acudió a Casa Fagliano para reparar sus botas. Regresó unos días después tan satisfecho con el resultado, que inmediatamente pidió a los artesanos que le crearan un par de botas. Así comenzó esta especialidad que iba a colocar a Fagliano entre los fabricantes de botas de polo más reconocidos del mundo.

 

Un siglo y cinco generaciones más tarde, los artesanos de  Casa Fagliano siguen instalados en el mismo pequeño taller y utilizando la misma máquina de coser de sus ancestros. Poseer un par de botas o calzados de Casa Fagliano tiene un altísimo nivel de exclusividad, ya que sólo producen 80 pares al año. Todo se hace a mano, y el slogan de la marca ha sido siempre “calidad sobre cantidad”. La clientela no sólo se limita a los jugadores de polo profesionales sino también a las Casas Reales, entre otras, las de Inglaterra, España y Brunei, y a estrellas de cine, como Will Smith y Tommy Lee Jones.

 

Los artesanos de Fagliano han utilizado su conocimiento y experiencia sobre las botas de polo para aplicarlas al momento de vestir al polista fuera de la cancha, creando una colección única de botas inspiradas en los diseños de sus reconocidas botas ecuestres. El objetivo es atraer a una nueva generación de clientes, que puedan apreciar la excelencia y el refinamiento simple de productos que, hasta hoy, reflejan la historia de la familia Fagliano, combinando los principios de las mejores tradiciones artesanales de Italia y su diseño único, con la inconfundible distinción británica. La versátil colección tiene un zapato para cada caballero, temporada y ocasión.

 

Lo que sea que montes, Casa Fagliano está aquí para vestir tus pies.

 

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Casa Fagliano, más de 100 años de historia y excelencia