By Alejandra Ocampo

“Por el momento, todo está tranquilo. Mucho entrenamiento, andar a caballo y poniéndome a punto para jugar la Gold Cup. También jugaré un par de torneos de 18 goles, y, después del alto, voy a hacer algo del mediano. Va a ser una temporada divertida”.

 

Quien habla es Ollie Cudmore, uno de los mejores representantes del polo británico, una pasión que heredó de su abuelo y su padre, quienes jugaban en Australia. Cuando Ollie tenía 6 años la familia se mudó a Inglaterra, donde conoció a Charlie Hanbury, quien pronto se iba a convertir en uno de sus mejores amigos. En 2018, Ollie y Charlie, junto a El Remanso, en una alineación que incluyó a James Harper y James Beim, ganaron la Gold Cup for the British Open, un equipo conformado por cuatro británicos, algo que no había sucedido por años. “Sin dudas, ese 2018 fue el punto más alto de mi carrera”, le dijo Ollie a Pololine. “Fue un día increíble, tuvimos todo el apoyo de la gente. Me siento muy afortunado de haber sido parte de ese equipo de El Remanso y creo que nada va a superar el hecho de haber ganado la Gold Cup en un equipo de cuatro amigos”.

 

Pasada ya la gloria de aquel inolvidable 2018, Ollie está en otra etapa de su carrera, ya que en este particular 2020, dominado por las noticias sobre el COVID-19 y su impacto en todos los sectores de la vida a nivel mundial, es parte de Scone, el cuarteto del patrón australiano David Paradice, campeones de la Queen’s Cup en 2019. Así, Ollie defenderá ese título junto a Paradice, Nicolás Pieres y su compañero y amigo de aquella Gold Cup de 2018, James Harper.

 

“Estar en Scone es una oportunidad fantástica. Les estoy muy agradecido a Harps (NR: James Harper), Nico (Pieres) y David (Paradice), quienes me invitaron a jugar. Trabajé mucho en mí y en mi caballada durante todo el invierno para aprovechar al máximo esta oportunidad”, cuenta Ollie.

 

Scone, que ya había jugado el alto hándicap en la World Polo League, dio la gran sorpresa en 2019 al ganar la Queen’s Cup, aunque no tuvieron la misma suerte en la Gold Cup; con lo cual, ahora tendrán la oportunidad de revancha en su segunda temporada en el polo alto británico, lo que le da a Ollie Cudmore una gran confianza. “Scone tuvo una temporada increíble el año pasado, es una organización que está en continuo crecimiento. David juega en Inglaterra, Estados Unidos y Australia. Pero lo mejor que tiene Scone es su gente”, dice Ollie, muy entusiasmado.

 

Y añade: “Es fantástico trabajar para David; y Harps es un gran tipo, siempre dando lo mejor de sí para el equipo. Tenemos un ambiente bárbaro en las caballerizas con los petiseros, managers y todos los que están involucrados”.

 

¿Qué expectativas tenés entonces para tu primer año con Scone y la posibilidad de defender el título en la Queen’s Cup?
Hay equipos muy fuertes que, además, cuentan con algunos jugadores que juegan mucho más del hándicap que tienen, así que será muy duro. Estoy con muchas ganas, va a estar muy competitivo y, con un poco de suerte, podremos estar entre los mejores y muy cerca de llegar a la final.

 

Como mencionamos anteriormente, Ollie estará acompañado en Scone por el patrón David Paradice, y por Nico Pieres y James Harper, los dos profesionales, por quienes Ollie guarda un gran respeto y admiración. “Nico es uno de los mejores jugadores del mundo, y tengo muchas ganas de jugar con él”, afirma Ollie. “Sin ir más lejos, en las prácticas estuvo genial, estoy aprendiendo mucho de él y siempre está dispuesto a ayudarme a mejorar. Es increíble con la bocha y fantástico verlo jugar. Y en cuanto a Harps, es uno de los mejores jugadores de Inglaterra, tuvo un 2019 increíble. Jugamos mucho juntos y es un gran compañero. Estoy muy contento de volver a compartir equipo con él”.

 

Para finalizar, Ollie e refirió a la posibilidad de ser parte de la selección de Inglaterra, a la que ha representado desde 2012, convirtiéndose en el jugador más joven en ganar la Coronation Cup, con tan solo 24 años, en 2014. “Siempre es un honor jugar para Inglaterra, representar a tu país”, afirma Ollie. Y concluye: “Sin dudas, es un gran logro para todo deportista”.