By Alejandra Ocampo

En una temporada realmente competitiva, con una Triple Corona que, al igual que en 2021, tuvo cuatro finalistas diferentes (La Natividad y Ellerstina, en Tortugas; La Irenita Grand Champions y La Dolfina, el próximo sábado en Hurlingham), y con el Argentino Abierto a la vuelta de la esquina, uno se pregunta si el tramo final del polo en Argentina nos deparará alguna que otra sorpresa en el torneo más importante del mundo.

 

Hace unos días, Camila Cambiaso, la esposa del legendario Lolo Castagnola y madre del dúo fabuloso, Barto y Jeta, comentaba en su cuenta de Twitter que “nadie es invencible”. Y uno automáticamente pensaba en el equipo de camiseta verde, que en solo dos minutos en el último chukker logró definir una extraordinaria final en Tortugas ante Ellerstina; y que, posteriormente, perdió la posibilidad de defender su título en el Abierto de Hurlingham, al caer en semis ante La Irenita Grand Champions. A partir de esta caída, quizás inesperada, sobre todo porque Pablo Mac Donough y compañía están jugando juntos por primera vez, uno se pone a pensar en las palabras de Camila…

 

Pero también vale la pena recordar que en 2021 La Natividad, que venía de ganar Hurlingham, arrancó Palermo cayendo ante Chapaleufú, uno de los dos equipos que provenían de la clasificación. Entonces, se podría decir que nadie como ellos saben eso de que “un tropezón no es caída”, porque finalmente, y en una final inolvidable contra La Dolfina, La Natividad terminó llevándose el Abierto, Palermo, el torneo que todos quieren ganar.

 

“Se aprende más de una derrota que de una victoria”, comentó Lolo sin dudarlo, al ser consultado al respecto por PoloLine. Y añadió: “En el partido contra La Irenita cometimos errores que tenemos que mejorar. Siempre se cometen errores; aún si se gana, siempre hay algo que mejorar. La derrota contra La Irenita nos hizo aprender varias cosas que vamos a poner en práctica. Es decir, siempre hay que ajustar cosas, pero, sobre todo, tenemos que hacer nuestro juego, mirar bien las listas y no dejar de tener intensidad, no poner caballos que son más o menos, planificar todos los detalles y jugar nuestro polo”.

 

Su hijo Barto, el cerebro de La Natividad, coincide con su padre: “De las derrotas siempre se aprende. Hicimos un montón de cosas mal, otras bien, pero creo que nos va a servir para el futuro, sobre todo para Palermo. La derrota contra La Irenita nos hizo saber también que podemos perder contra cualquiera; entonces, se trata de encarar los partidos bien concentrados”, dice Barto, quien no ahorra palabras de elogio para La Irenita: “Son un equipazo, no es que perdimos contra nadie, es un equipo muy bien montado, con cuatro jugadorazos. Hicieron un muy buen partido. Ahora nos toca estar con ellos en la misma zona del Abierto, así que ahí vamos a tener nuestra revancha, en una temporada muy competitiva y con equipos muy buenos”.

 

Según Barto, la clave de la Natividad, especialmente ante una derrota, y con Palermo a punto de comenzar, es “la buena onda entre nosotros, nos llevamos muy bien, todos tiramos para el mismo lado, y eso es lo mejor que tenemos”. 

 

Entonces, si uno se hace más fuerte en una derrota, ¿quizás será posible repetir en Palermo una final de altísimo nivel como sucedió en Tortugas? Le dejamos la respuesta a Lolo: “La verdad es que no sé. Tortugas fue una final espectacular, pero, sin dudas, Palermo es distinto y es a lo que todos apuntamos”.