Si bien las implicancias del Brexit en el día a día de los británicos se han visto alteradas debido a la pandemia del Covid-19, de a poco se van dando a conocer los detalles del impacto que tendrá la medida en términos migratorios y, consecuentemente, en el polo y sus protagonistas. Aunque por el momento no se vislumbran cambios en el proceso de aplicación de visas para poder jugar al polo para aquellos que no portan un pasaporte europeo, todo hace suponer que la situación sí se modificará para quienes ingresaban a trabajar a las islas británicas portando un pasaporte de algún país miembro de la Unión Europea, ya que hasta aquí tenían libertad para jugar sin límites de horas, de valorización propia, de empleador o del nivel del torneo.

 

Cabe recordar que desde la temporada inglesa de 2017, todos aquellos que portan un pasaporte argentino o uruguayo -por sólo citar algunos-, no sólo deben tramitar una visa para poder jugar al polo en Inglaterra, sino que además deben tener una valorización de al menos 4 goles de hándicap para que se les pueda otorgar el respectivo permiso. A esto se le debe sumar que en caso de recibir el correspondiente permiso de trabajo, sólo pueden desarrollar su trabajo en torneos de 8 goles o más, y con distintas limitaciones de acuerdo al nivel. En 2019, a través de un arreglo entre la HPA y el Home Office, se aplicó un proceso de prueba que estableció que todo aquel jugador que reciba su visa para poder jugar al polo, podía jugar con su empleador/patrón también en torneos de 12 y 8 goles de hándicap -hasta 2018 el permiso era únicamente para 15 goles o más-. 

 

Distinta fue la situación de los petiseros en ese período crítico (luego de la temporada 2016 y hasta el momento en que se definió cómo iban a entregarse las visas para la temporada 2017). Y es que desde un principio figuraron como el sector más afectado, y cuya limitación podía llegar a impactar negativamente en el correcto desarrollo de la actividad en su totalidad en Inglaterra. Se trata -tal como todos los involucrados coincidían, y coinciden- de un oficio único y que es prácticamente imposible de reemplazar. Finalmente se decidió establecer un cupo de visas para petiseros y se pudo seguir adelante sin que la actividad se resintiera. Aunque lo que sí ocurrió es que se aplicaron algunas limitaciones de acuerdo al nivel de polo a jugar y del historial del empleador como sponsor de petiseros.

 

Volviendo a lo que se espera que ocurra con el Brexit, cuyas nuevas leyes migratorias para el Reino Unido se espera que entren en vigencia a partir de las 11pm (hora local) del 31 de diciembre de 2020, el impacto en el polo ya está empezando a generar ciertas rispideces, tanto en Inglaterra como en otras partes del mundo. Las políticas del gobierno británico a partir de esa fecha estarán orientadas a proveer un mayor apoyo a aquellos que porten la ciudadanía británica.     

 

Pero si nos referimos exclusivamente a lo que se está hablando con respecto al polo, varias cosas han dejado de ser simples trascendidos para convertirse en posibilidades concretas. La primera medida que impactará de manera directa en el polo -o al menos eso se espera de acuerdo a lo que ocurrirá con los de la comunidad europea en otros rubros-, es que aquellos que quieran ingresar al Reino Unido para jugar al polo, y porten un pasaporte de un país miembro de la comunidad europea, deberán a partir de la próxima temporada tramitar una visa, tal como ocurre en la actualidad con aquellos que portan un pasaporte argentino o uruguayo, por ejemplo. 

 

Al hecho de tener que tramitar una visa para poder jugar al polo en Inglaterra, habrá que sumarle que el aplicante deberá tener al menos 4 goles de hándicap y que sólo podrá jugar en torneos para equipos de 8 goles de hándicap o más, tal como ocurre en la actualidad con portadores de pasaportes de países como Argentina o Uruguay. 

 

Las actuales condiciones en Inglaterra establecen, entre otras cosas, que puede haber un máximo de 1 jugador de dichas características en equipos de 12 o 15 goles, y un máximo de 2 jugadores por equipo en torneos cuyo hándicap sea de 16 goles o más. Y aquí es donde hay indicios de cambios determinantes. Por ejemplo, en 22 goles, como así también en 18, 15, 12 y 8 goles, cada equipo podrá alinear un máximo de dos jugadores que no posean un pasaporte británico o irlandés; es decir, varios conjuntos de los que están jugando en la actualidad el alto hándicap inglés, no podrían volver a presentar la misma alineación en 2021. Por ejemplo, la estructura modelo de un equipo en 2021 -según la información consignada al momento de escribir estas líneas-, debería ser: patron + al menos un jugador con pasaporte británico o irlandés + un máximo de dos jugadores que porten un pasaporte de otra nacionalidad, sea italiano, argentino, uruguayo o español.  

 

A esto hay que sumarle que para que pueda jugar torneos de 8 goles, le será permitido únicamente si lo hace con su mismo empleador del mediano o alto hándicap. A su vez, se prevé que se mantenga la norma que establece que la edad mínima de un jugador que participa de los torneos de 22 goles debe ser de 15 años, salvo que su valorización sea de 3 goles de hándicap o más.

 

Una de las novedades que traerá la temporada inglesa de 2021 es que todos los equipos, independientemente del nivel, deberán tener en su alineación al menos un jugador británico o irlandés, sin contar entre ellos al patrón. 

 

Naturalmente, ante todo esto mencionado, se ha generado cierto malestar en varios sectores, que ahora esperan que desde otras asociaciones se tomen medidas de reciprocidad para todo aquel que porte un pasaporte británico y quiera ir a jugar al polo a alguno de los países involucrados. Si bien es difícil comparar ambas realidades, ya que por un lado se trata de un tema que tiene implicancias migratorias a nivel nacional, y por el otro serían decisiones que se tomen a nivel dirigencial por parte de un ente rector de un deporte (como por ejemplo la AAP), esto recién comienza, y los altos dirigentes de las asociaciones ya empezaron a recibir presiones.